miércoles, 14 de noviembre de 2007

La presión atmosferica, los vientos.















Gracias a la compresibilidad de los gases, casi la totalidad de la masa de la atmósfera se encuentra en los primeros kilómetros próximos a la superficie. Esto condiciona que la presión atmosférica disminuya rápidamente con la altura.

La presión atmosférica se representa trazando líneas, llamadas isobaras, que unen puntos de igual presión atmosférica (cada 4 milibares). En la atmósfera existen zonas de elevadas presiones -anticiclones- y zonas de bajas presiones -borrascas o ciclones- El gradiente de presión hace que el aire atmosférico -el viento- se desplace desde los anticiclones hacia las borrascas. El viento será tanto más intenso cuanto mayor sea la diferencia de presiones entre anticiclones y borrascas.

El VIENTO es el deplazamiento del aire desde los núcleos de alta presión o anticiclones hasta los de baja presión o borrascas. Este movimiento es interferido por la Fuerza de Coriolis, de forma que el desplazamiento del aire se hace oblicuo a las líneas isobaras.


En las borrascas o áreas ciclónicas la circulación del aire es sinestrosa y son zonas de convergencia, donde se produce ascenso de masas de aire.

En los anticiclones o áreas anticiclónicas la circulación del aire es dextrosa y son zonas de divergencia con subsidencia de masas de aire.

Con el nombre de FRENTES se conocen en meterología los contactos entre masas de aire de distintas características. En latitudes medias los frentes más frecuentes son los frentes fríos, que se producen cuando se encuentran masas de aire polar con masas de aire tropical, originando borrascas ondulatorias, donde la masa de aire frío desaloja a la masa de aire caliente hacia arriba. En los frentes cálidos la masa de aire caliente y más ligera remonta a la masa de aire frío.


Formación y desarrollo de una borrasca. (1) El rozamiento entre el aire polar y el aire calido procedente del SO produce irregularidades en la superficie de separación. (2) En ellas ambos adquieren un movimiento circular formando una borrasca con un frente cálido, en el que el aire cálido, por ser menos denso asciende sobre el primero, enfriándose adiabáticamente y dando lugar a nubes y precipitaciones. Dichas borrascas tienden a desplazarse hacia el este, de forma que tras el frente cálido suele aparecer una mejoría transitoria con escasa nubosidad. Posteriormente el mismo lugar será alcanzado por el frente frío que avanza empujando e introduciéndose bajo el aire cálido y produciendo las consiguientes precipitaciones. El frente frío suele ser más activo y veloz, por lo que termina por alcanzar al frente cálido produciéndose la oclusión (3) y desaparición (4) de la borrasca.



Existen también los denominados VIENTOS LOCALES, que pueden ejercer una influencia notable en ciertas regiones geográficas. Los más importantes son:

Brisa marina. El viento sopla durante el día de mar a tierra y durante la noche de tierra a mar. Suaviza las temperaturas de las zonas costeras.

Vientos de montaña y valle. El aire se desplaza durante el día del valle hacia las cumbres a lo largo de las laderas y por la noche desciende de la montaña al valle.

Tempestades. Son preturbaciones locales relativamente bruscas, de poca duración y sin frentes. La condición indispensable para su formación, reside en una inestabilidad atmosférica, debida a la oscilación diurna de la presión atmosférica, suficiente para producir una vigorosa corriente de aire ascendente, caliente y húmedo, susceptible de alcanzar niveles altos que produzcan fuertes aguaceros de lluvia con frecuentes ráfagas de viento.

CIRCULACIÓN ATMOSFÉRICA GENERAL

Debido a que la radiación solar calienta de forma distinta la superficie de la Tierra, las zonas ecuatoriales son más cálidas que las zonas polares. Esto permite pensar que el aire caliente ecuatorial menos denso se eleva, y que el aire frío polar más denso, desciende y se desplaza al ecuador para sustituir al aire cálido. Es decir, se formaría una circulación superficial de aire frío desde los polos al ecuador que, al calentarse, ascendería circulando hacia los polos, donde al enfriarse, volvería a iniciar el ciclo. Se originarían 2 células convectivas, una en cada hemisferio.

El modelo anterior no es real porque sólo sirve para cuerpos estáticos, en La Tierra debido a la rotación terrestre (de oeste a este) y a la diferente velocidad tangencial de las distintas latitudes, todo móvil que se desplace desde el polo Norte al ecuador, siguiendo un meridiano, sufrirá una desviación a la derecha.





Observemos un punto A, situado en un paralelo (M) de La corteza terrestre. En un tiempo (t) recorrerá una distancia d. Otra punto B situado en el paralelo N en el mismo tiempo t, recorrerá una distancia d` mayor que la anterior. Por esta razón, la velocidad del punto B será mayor que la de A.

Supongamos una masa de aire situada sobre A - se moverá en dirección E con la misma velocidad que el punto A. Si se desplaza hacia el sur, su velocidad será la misma, pero progresivamente menor que la de los puntos que bajo ella giran solidarios con la Tierra. Por esta razón, la masa de aire situada sobre A y que se desplaza de norte a sur, nunca alcanzará el punto B, sino que se desviará hacia su derecha, es decir, hacia el oeste (punto A`). En el hemisferio sur la desviación será hacia la izquierda, al desplazarse desde el polo sur hacia el ecuador.

Este fenómeno físico que recibe el nombre de fuerza o efecto de CORIOLIS, influye en la círculación atmosférica general: en la práctica, se forman tres células convectivas en cada hemisferio, dos directas en las zonas polar y ecuatorial, y otra inversa en latitudes medias, representadas por dos zonas de altas presiones (los polos y sobre 25-30º) y dos de bajas presiones (5º-ecuador y 55º).

Como resultado de este esquema tricelular en cada hemisferio, se produce una distribución latitudinal de zonas de alta y baja presión: zonas ecuatoriales cálidas de baja presión, zonas subtropicales (alrededor de 30º de latitud) de alta presión, zonas subpolares de baja presión (alrededor de 60º latitud) y zonas polares frías de alta presión. A su vez, esto produce una alternancia latitudinal de los vientos: los levantes polares, westerlies o vientos de poniente y alisios.



A la zona de choque entre los alisios del norte y los alisios del sur se le llama zona de calmas ecuatoriales o zona de convergencia intertropical (ZCIT). Esta última zona no se sitúa exactamente sobre el ecuador, sino que sufre desplazamientos hacia el norte o hacia el sur principalmente de carácter estacional o condicionados por los monzones locales.


Como consecuencia de la inclinación del eje de rotación de La Tierra, a lo largo de las estaciones, las células convectivas se desplazan en dirección N-S produciendo las breves estaciones lluviosas en las zonas subtropicales, la llegada de aire polar en las zonas templadas, etc..

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